Sesión de servicio – La Mina Camina

Fue el segundo día de sesión de servicio en La Mina. A nuestro grupo le tocaba participar en la sesión de aprendizaje con el colectivo La Mina Camina, un grupo de personas que se reúne habitualmente para caminar con el objetivo de mejorar su estado de salud y cultivar las relaciones sociales con los vecinos.

Nuestro tema del día era una noticia del periódico titulada “ACABAR CON LA HEPATITIS C EN LA MINA”. Es una noticia que habla sobre un programa para detección y tratamiento de la hepatitis C implantado en la sala de venopunción de La Mina.

Nada más llegar nos esperaban parte de las personas que participan en el grupo La Mina Camina, entre ellos estaban, María, Luisa, Justina, Paco y Eduard, que según leímos en una entrevista en la web del portal Del Barrio de La Mina “desdelamina.net” donde explicaban de primera mano cómo y por qué se formó el grupo. Entendimos que Eduard era el presidente, a lo que él negó rotundamente, “No soy presidente de nada, más que de mi comunidad “, lo más gracioso ha sido cuando el resto ha confirmado que así era, que era el que gestiona las salidas.

Les hacemos un resumen de la noticia de “El periódico” titulado: Objetivo: Acabar con la Hepatitis C en La Mina, implantando la Sala de Venopunción.

Les preguntamos si tenían conocimiento de la función de los profesionales de dicho centro y nos hemos encontrado con diferentes puntos de vista, tanto a favor como en contra.

Para la mayoría de ellos es algo positivo, porque gracias al centro han conseguido que muchos de los drogadictos sean atendidos y no se escondan en alguna esquina o busquen desesperados comprar droga y morir de una sobredosis.

Paco nos cuenta que muchos de ellos se han presentado voluntarios hace años para recoger las jeringas usadas y tiradas en los parques (donde llevaban a sus hijos a jugar y que dejaron de hacerlo por ese mismo motivo), en las aceras, etc. y que, si consultamos el censo, la cifra de jeringas recogidas era escalofriante, se han llegado a recoger miles de jeringas usadas en una semana.

María y Luisa coinciden en la opinión de que la sala de venopunción no debería estar en el Barrio de la Mina, que está cerca de un colegio y que aún hace más peligroso el barrio y provoca que los jóvenes tengan más facilidad para engancharse a las drogas, insisten en que se lleven la sala al lado de la zona céntrica del Besos, o cerca de la casa del alcalde.

Se nota que son personas que han vivido muy de cerca el tema de las drogas, María nos comenta que uno de sus sobrinos murió de sobredosis y no lo ha superado. Les preguntamos si sería positivo que personas que estén en proceso de desintoxicación, o personas que acuden al centro de Venopunción, serían bienvenidos al grupo de CAMINA LA MINA y si creen que les ayudaría a salir de ese “círculo”.

Eduard nos cuenta que le ofrecieron una vivienda y por su delicada situación personal no podía rechazarla, nos explica que le costó mucho integrarse en el barrio por la mala fama que se daba sobre todo por la cantidad de drogadictos. Vivió una etapa horrible, explica que cuando intentaba integrarse y “denunciar” que los drogodependientes provocaran altercados, estos defecaban en su portería, restregaban las heces por la cristalera, arrancaron a patadas la puerta, etc. Para él fue un infierno, pero es de los que piensan que son personas y que hay que darles una oportunidad para reinsertarse, siendo solidarios y siendo conscientes que todos hemos necesitado alguna vez en la vida que nos “recojan y acepten”.

María y Luisa tienen miedo y no les gustaría que personas que se drogan les contagiaran la Hepatitis, creen que no se deberían mezclar los grupos y que si fuera así ellas dejarían de salir a caminar con el resto.

Paco, lleva también toda la vida en el barrio, lo que más le preocupa es que muchos han podido salir de las drogas, el barrio no está tan saturado como antes, pero hay nuevas mafias, personas que son de otros países que se han hecho con el negocio de la venta de droga y que ni la policía se asoma si rondan por el barrio para hacer sus “trapicheos”.

Ha sido un tema muy interesante y enriquecedor que, a pesar de todos los problemas que puede haber en este barrio, hay vecinos que luchan en varias actividades para quitar esta etiqueta o estigma que existe sobre La Mina.

Nos sentimos ilusionadas, sorprendidas y agradecidas de todos ellos, han sabido transmitirnos el cariño que sienten por su barrio, por sus raíces, sus vecinos, su familia, como luchar ante las adversidades y, sobre todo, ser humanos. Hemos aprendido que somos bien recibidas y que siguen representando con orgullo e ilusión su barrio.

Para terminar la charla y sacar conclusiones, pedimos que escogieran el rotulador de su color favorito y en una hoja escribieran en una o varias palabras que les aportaba salir a caminar y cómo se sentían después de comentar la noticia.

 Este es el resultado…

MARIA, LUISA, EDUARD, PACO Y JUSTINA, os damos las gracias por hacernos pasar un rato tan estupendo.

Jane Nduku Kaloki Nzisa
Mónica García Echevarría

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